lunes, 16 de mayo de 2016

El diálogo interior

¿Qué es el diálogo interior? Es esa vocecita interna que nos habla constantemente ya sea para bien o para mal. Es la voz de nuestros pensamientos,   limitantes o potenciadores. 

Os resultará familiar este ejemplo: Os ha pasado alguna vez a la hora de ir a trabajar escuchar esta voz interna que os dice, "vaya mierda, ir a trabajar ahora con lo bien que estaría en el sofá". Automáticamente os puede generar un enfado o un sentimiento de pereza, abatimiento, etc. Este es nuestro diálogo interior.

Hablamos con nosotros mismos aproximadamente catorce horas al día y muchas veces sin darnos cuenta: cuando conducimos, comemos, trabajamos, incluso cuando dormimos. Estudios ciéntificos han demostrado que más del 80% de este diálogo interno en la mayoría de personas es negativo, tóxico, pesimista y contraproducente.

Aunque el lado positivo es que este diálogo interno se puede cambiar si lo usamos de forma positiva

La mayor parte de este diálogo interno ocurre entre preguntas y respuestas. La clave está en aprender a formular las preguntas adecuadas que nos puedan ayudar a evaluar y a comprender cualquier situación que estemos viviendo, siempre en función de nuestro beneficio; porque dependiendo de cómo formules dicha pregunta podrá ser beneficiosa o no.
Tienes que tener en cuenta que si en tu diálogo interno te haces alguna de estas tres preguntas vagas: “¿por qué a mi?”, “¿por qué yo?”, “¿qué hago?”, obtendrás respuestas vagas, ya que tu mente jamás buscará la forma de comprender la situación, para así darte una solución. La clave está en que seas más objetivo y creativo, y te hagas preguntas que te ayuden a aprender, a crecer y a convertir la caída en una experiencia de la cual puedas aprender.
Tres Pasos Para Desarrollar Un Diálogo Interno Positivo

¿Qué puedo aprender de esta situación?

¿Cómo puedo utilizar esta caída para crear una mejor vida?

¿Qué puedo obtener de esta situación que me ayude a crear una mejor vida?

¿Qué nuevas oportunidades me brinda el tropiezo que acabo de sufrir?

¿Dónde estuvo el error exactamente y que puedo aprender para evitar volver a cometerlo?

1. Formula las preguntas correctas: analiza cualquier situación que se te presente realizando las preguntas correctas que te ayuden a obtener mayor control sobre la situación que estés viviendo. Puedes apuntar las preguntas en un lugar que tengas siempre a mano para saber que preguntas puedes formularte y no te tome desprevenida. Las preguntas son:
2. Sácale el jugo a tu mente: para tener una mayor claridad mental, puedes escribir las preguntas en una hoja y a medida que tu mente vaya analizando la situación y te vaya proporcionando respuestas, escríbelas para evitar que se te olviden y las puedas entender mejor para solucionar lo que deseas.
3. Sigue el camino que te señalen tus sentimientos: lo que te quiero decir con esto, es que las respuestas a las preguntas que te haces siempre te tienen que generar alguna emoción o sentimiento positivo que te impulse a continuar el camino de tus objetivos o a solucionar lo que estás pasando.
Y si por el contrario, las respuestas que recibes, ya sean ciertas o erradas, están creando sentimientos y emociones negativas, es porque estás formulando las preguntas equivocadas, y tus sentimientos te están indicando que es hora de cambiar de pregunta.
Recuerda que este diálogo interno influirá en ti y te afectará mucho más de lo que imaginas. Está en tus manos usarlo cómo una herramienta para crear oportunidades y lograr el éxito, o al contrario, como un arma de auto sabotaje en tu vida y crear limitaciones.
Todo depende de ti. Ya sabes cómo usar el diálogo interno a tu favor, así que toma acción hoy, aplica estos tres pasos y convierte a tu mente en tu mejor amiga.

jueves, 12 de mayo de 2016

"Porqué estoy agotado si tengo solo 30 años"


http://www.revistagq.com/actualidad/articulos/por-que-estoy-agotado-si-tengo-solo-30-anos/23864


Este artículo me hace pensar que la vida va demasiado deprisa y queremos abarcar todo lo que está a nuestro alcance. Tengo la sensación de que cuando nuestros padres eran jóvenes no era así. Se conformaban con lo que tenían, que era mucho menos. Nuestra generación, supongo que porque hemos tenido muchas más facilidades, no nos conformamos y tampoco nos sacrificamos tanto. 

Opino que la vida podría ser más sencilla de lo que nosotros la hacemos y seguramente viviríamos más plenamente.
Creo que la época de nuestros padres era más auténtica y que ahora tenemos demasiadas cosas por elegir.
ISM