martes, 1 de diciembre de 2015

Crecimiento personal

Yo entiendo como crecimiento personal la habilidad de controlar la mente, de gestionar las emociones,   Hacer todo aquello que nos ayude a querernos y a valorarnos. Tomar consciencia de cada cosa a mejorar e intentar mejorarla.Solamente con tomar consciencia ya cambias algo.


Cosas que pueden ayudarnos.


Conciencia o entendimiento:

Mira con detención todo aquello que pasa por tu mente prestando atención a cuáles son tus preocupaciones y qué las crea. Escucha a tus sentimientos y pregúntate porqué sientes tal cosa. Qué te produce ira o miedo. Es muy improtance conocernos. Observarnos como se observa a otra persona. Analizarnos. 

Observémonos o pillémonos quizás haciendo algo que sabemos que es destructivo o pensando ideas negativas. Contemplémonos y notemos como reaccionamos, como somos. Cuando hagamos  del estar alerta de nosotros mismos  un hábito, entonces el cambio se producirá solo.

Hábitos:

No hay que dejar que nuestra mente vague y vague saltando de una idea a otra sin sentido ni rumbo. Nuestra mayor riqueza es el cerebro. No lo dejemos suelto por ahí vagabundeando. Enfoquémonos en ideas concretas, planes palpables. Leamos un libro, miremos una película o intentemos mantener una conversación interesante.
Hagamos deporte, caminemos, tomemos el aire.

Herramientas:

Para reparar espíritu y mente, utiliza técnicas de relajación. Cierra los ojos, respira profundamente por la nariz y exhalando tambien por la nariz repitiéndolo seis veces. abre los ojos e inmediatamente notarás una agradable calma interior.

Las técnicas de autoprogramación y afirmaciones sirven para mantenerte positivo.
Escribe una afirmación tal como "me llevo bien con el mundo", "puedo con todo", etc, en una tarjetita o papel, llévala adonde vayas y sácala y léela. Repítela en tu mente o en voz alta durante el día y verás que te sentirás mejor. (más afirmaciones que te pueden ayudar:  Afirmaciones.)

Te invito a leer libros de autoayuda y subrayar en él todo lo que te parezca interesante para coger conciencia. A mí me sirve. Cada vez que tomas conciencia de alguna cosa, el cambio se produce solo. 

El crecimiento persona es muy ámplio y a veces difícl porque recaes. Toma metas cortas y asequibles y verás que poco a poco te conviertes en aquella persona que anhelas ser.

ISM



martes, 24 de noviembre de 2015

LA MENTE, amiga o enemiga

"No es libre aquel que no es capaz de dominar su mente"



Os ha pasado alguna vez proponeros  pensar en algo en concreto y de repente descubris que aparecen otros nuevos pensamientos de forma fugaz y otros más y cambiáis de uno a otro sin daros ni cuenta? O pasar de estar súper alegres y contentos a súper deprimidos en cuestión de minutos? Esa es la mente cuando no está "domada". Por ella pasan hasta 60.000 pensamientos al día y muchos de ellos suelen tener una gran carga  negativa.

La mente tiene que ser un instrumento para nuestro propio beneficio. Está para ser utilizada cuando se necesita. Cuando no, hay que dejarla quietecita para que descanse. Pero muchos no encontramos el botón de apagar. Por el contrario nos encontramos con un caballo desbocado, salvaje en su interior y mal educado que acaba afectando a nuestra salud y felicidad. 

Tenemos el poder destructivo de enfermarnos con nuestros pensamientos o de curarnos si son bien utilizados. Cada vez que un pensamiento se hace más persistente y más fuerte, más repercusión tendrá en nuestra vida  y en la de los demás.

Nuestra mente es una máquina sin cables, como un radar. Igual que podemos sintonizar canales de TV en casa, también lo puede hacer nuestra propia mente enviando pensamientos positivos o negativos al universo ayudando o perjudicando a los demás.
Por tanto, imaginemos el daño que podemos hacernos a nosotros mismos y a los demás cuando cultivamos pensamientos egoístas, de miedo, odio, rencor, envida, celos, venganza, ira y malicia.  No solo intoxicamos nuestro cuerpo con las reacciones sino que que distorsionamos la frecuencia de vibración de nuestro organismo provocando desarmonía y enfermedad en nuestro propio cuerpo físico y enviando esas ondas desarmonizantes hacia el exterior con el consiguiente perjuicio hacia los demás.

ISM

"Cuida tus pensamientos porque ellos se convertirán en palabras…Cuida tus palabras porque estas se traducen en acciones…Cuida tus acciones porque ellas, con el paso del tiempo devienen en hábitos..Cuida tus hábitos porque ellos forjarán tu carácter…Cuida tu carácter, ya que él crea tu destino…”
Anónimo

http://www.viajealinterior.org/el-enorme-potencial-de-controlar-tu-mente.html



jueves, 19 de noviembre de 2015

Emociones, cómo se enfocan.









Una situación NO es la que genera que estemos bien o mal. Al encontrarnos frente a ésta,  automáticamente y muchas veces sin darnos cuenta surge un pensamiento que generamos nosotros. Ese pensamiento es el que nos hace estar o bien o mal dependiendo de si es bueno  o malo.


Ejemplo: 
Supongamos que vamos al baño y nos mirmos al espejo. 
La situación sería: me miro al espejo.
¿qué pienso al mirarme al espejo? si es un pensamiento positivo tipo "qué bien me veo" entonces generamos una emoción positiva como alegría. En cambio si pensamos "qué fea soy" la emoción que generamos es negativa, como podría ser tristeza. 
Y ¿dónde está escrito que seamos feos o guapos? ¿quién dictamina que lo seamos o no? No existe ninguna relga que especifique tal cosa. Es la sociedad quien nos impone lo que es ser feo o guapo. pero ¿tiene razón? NO

¿Qué conclusión sacamos? que son los pensamientos los que  hacen que experimentemos una emoción u otra. No la situación, la situación es la misma tanto de un modo como otro. Y ¿qué son los pensamientos? pues pensamientos, no son reales. Son la percepción que tenemos de nosotros sobre algo, pero ¿quién nos dice que sea cierta?... el pensamiento que no es REAL.

Cuando tenemos esto claro e intentamos proyectar pensmientos buenos, hacemos que nos sintamos bien. 

Entonces, PROYECTEMOS BIEN Y NOS SENTIREMOS BIEN! ;)


ISM

martes, 10 de noviembre de 2015

INGENIERIA EMOCIONAL

Cuando conoces bien el significado de cada emoción y ante qué estímulo utilizarla, es cuando puedes ir construyendo el camino que te llevará a alcanzar la felicidad. 



Ingeniería Emocional


Las seis emociones básicas son las energías que nos permiten avanzar en la vida. Cada una de ellas tiene una finalidad que responde a una de las motivaciones humanas. Una emoción es auténtica cuando responde al estímulo que la provoca en calidad, intensidad y duración. Una emoción es falsa cuando se utiliza ante un estímulo inadecuado produciendo disfunciones en nuestra mente y nuestro cuerpo.

MIEDO: Es la capacidad innata de detectar la amenaza de una posible invasión sobre ti o sobre tu entorno y de alejar el riesgo que conlleve. Su finalidad es la seguridad.

TRISTEZA: Es la capacidad innata de percibir la pérdida de algo en ti o en tu entorno y de encontrar la mejor solución que la repare. Su finalidad es el desarrollo.

RABIAEs la capacidad innata de reaccionar contra mentiras, abusos y manipulaciones , denunciando y proponiendo medidas éticas y justas. Su finalidad es la justicia.

ORGULLOEs la capacidad innata de admirar, transformar, crear y crecer con el reconocimiento de la talla de ser humano que eres. Su finalidad es el estatus personal.

AMOREs la capacidad innata de crear y crearse un espacio seguro, donde puedas ser tú mismo, lo que naciste para ser. Su finalidad es la pertenencia.

ALEGRÍAEs la capacidad innata de fluir en libertad, encontrando verdad y quitándote pesos de encima. Es recibir los regalos inesperados de la vida. Su finalidad es la plenitud.

PIRÁMIDE DE LAS MOTIVACIONES HUMANAS


Conectando las emociones, podremos responder a cada una de nuestras preguntas existenciales: dónde, qué, cómo, porqué, cuando y para qué. Si encuentras tú para qué, encontrarás el sentido a tu vida. 




¿Qué son la Competencia, el Talento y la Vocación?



COMPETENCIA: Nuestras habilidades innatas, aquello que se nos da bien de manera natural (hay quienes son más emprendedores, o más meticulosos, o más organizados, o más disponibles o más vitalistas y justos). La consideramos nuestra "misión" en la vida. Moviliza el 20% de nuestra energía innata y la tienen activa un 70% de la población.



TALENTO: Nuestras capacidades que nos hacen únicos, diferentes, creadores. El talento es nuestro don que activado nos permite transformarnos y transformar nuestro entorno. Moviliza el 40% de nuestra energía innata. El 15% de las personadas lo tiene conectado,  y activo.


VOCACIÓN: Nuestra finalidad, aquello que da sentido a nuestra vida. Nuestro "Para qué". La vocación despierta nuestra parte más espiritual que evoluciona en su experiencia humana. Moviliza el 80% de nuestra energía innata y tan solo un 2% de las personas está conectada a ella.

Tipologías de personalidad

Las seis tipologías de personalidad innatas son el resultado de la ingeniería emocional del feto a la de la madre durante la gestación.
La tipología te habla de ti, de quien eres en realidad y de tus anhelos más profundos. Cada ser humano nace con una emoción dominante (competencia) fruto de la emoción que sintió predominantemente la madre durante el embarazo. Esa emoción dominante es la que determina el talento y la vocación reales del individuo. Lamentablemente éstas suelen estar desconectadas o prohibidas por la influencia de los mensajes parentales que el niño recibe en su infancia (entre los 3-7 años) y por el sistema de creencias.
Una tipología de personalidad es una prisión que impide que el auténtico ser se muestre al completo. La forma de salir de la prisión es volviendo a conectar el talento y la vocación para ser tan originales y auténticos como nacimos para ser.

El FORTIFICADOR



  • Competencia inflada: miedo (seguridad)
  • Talento desconectado: rabia (justicia)
  • Vocación prohibida: tristeza (inteligencia y desarrollo)
  • Drama existencial: Si no fuera por...
  • Misión imaginaria: aguantar todo sin rechistar
  • Pecado: Pereza y aplazamiento de asuntos
EL CONSTRUCTOR:


  • Competencia inflada: tristeza (inteligencia y desarrollo)
  • Talento desconectado: orgullo (reconocimiento y estatus personal)
  • Vocación prohibida: rabia (justicia)
  • Drama existencial: Abrumado
  • Misión imaginaria: Ser útil a los demás
  • Pecado: Envidia
EL REVELADOR:
  • Competencia inflada: rabia (justicia)
  • Talento desconectado: tristeza (inteligencia y desarrollo)
  • Vocación prohibida: orgullo (reconocimiento y estatus personal)
  • Drama existencial: Si...pero...
  • Misión imaginaria: Repartir justicia
  • Pecado: Resentimiento
EL LEGISLADOR:
  • Competencia inflada: orgullo (reconocimiento y estatus personal)
  • Talento desconectado: alegría (Soltar pesos y plenitud)
  • Vocación prohibida: amor (entrega y pertenencia)
  • Drama existencial: Buscar defectos
  • Misión imaginaria: Responsabilizarse de todos los irresponsables
  • Pecado: Soberbia
EL REACTIVADOR:
  • Competencia inflada: amor (entrega y pertenencia)
  • Talento desconectado: miedo (seguridad y armonía)
  • Vocación prohibida: alegría (Soltar pesos y plenitud)
  • Drama existencial: Solo trato de ayudarte..
  • Misión imaginaria: Ayudar y tratar a todos por igual, lo merezcan o no
  • Pecado: Salvar causas perdidas
EL PROMOTOR:
  • Competencia inflada: alegría (plenitud)
  • Talento desconectado: amor (entrega y pertenencia)
  • Vocación prohibida: miedo (seguridad y armonía)
  • Drama existencial: Prometo y no cumplo
  • Misión imaginaria: Animar y alegrar a todos
  • Pecado: Vanidad y egocentrismo
Cuando funcionamos bien, podremos:
a) Tener un funcionamiento integral y armónico.
b) Mantener activadas y actualizadas todas nuestras posibilidades mentales.
c) Disponer de energía, vitalidad, salud y valores ecuánimes.
d) Crecer real y armoniosamente, establemente, en un continuo de creación y de transformación civilizadora.
e) Ser felices, sabios y plenos, siendo así un regalo para nuestro entorno y un disfrute para nosotros mismos.

Los resultados que obtengas en tu vida dependen de ti. Las quejas, las culpas, las críticas, las envidias, los rencores, las dependencias… se pueden evitar sabiendo qué emoción utilizar en cada situación. 

MIEDO A PERDER

NO ANTICIPES AMENAZAS


¿Cuántas veces nos impedimos dar un paso adelante por miedo a perder algo? La presión por sentirnos valorados y reconocidos, nos empuja a una carrera hacia la perfección, pues confiamos tan poco en nosotros mismos y en nuestras posibilidades, que dejamos en manos de juicios ajenos el sentirnos bien o sentirnos mal. Son los demás con sus opiniones los que pueden destruirnos de un plumazo.

El miedo a perder una pareja, un trabajo, el reconocimiento social, la ayuda o el cariño de alguien, pesa como una losa, y hace anticipar sucesos que nunca tendrían porqué ocurrir. Decía Winston Churchill que pasó la mitad de su vida preocupado por cosas que nunca llegaron a suceder.

El miedo a perder, hace que nos situemos directamente por debajo de la/las personas que queremos conservar. Eso debilita nuestra autoestima y conlleva hacer cosas en contra de nosotros mismos, de nuestra propia seguridad. Creemos erróneamente que complaciendo, que dejando de ser como somos, que adulando o anulándonos ante el otro, nos querrán más, nos valorarán mejor. Dejas de ser tú por miedo a perder lo que ni siquiera es tuyo.

Sé honesto contigo mismo y no te traiciones. Si el otro te exige ser lo que no eres, tratando tú de fingir para que ser aceptado, si antepones el bienestar ajeno al propio, has de saber que eres una víctima fácil para los manipuladores. Ante ellos te someterás, permitiendoles degradarte con tal de no perderles. Comprueba que en estos casos más vale alejarlos pues lo que temes perder te hará ganar. Como mínimo dignidad ante ti, paso imprescindible para quererte. ¿Y esa persona, tiene miedo de perderte a ti? porque en ese caso la relación es tóxica y estará cargada de dependencias y maltratos emocionales.

Pero también hay un número infinito de situaciones en las que no nos atrevemos a reaccionar, a poner límites, a afirmarnos, por temor a ser juzgados y despreciados. Has de saber que si tú no te respetas primero, es absolutamente imposible que te respeten los demás. Por eso, no anticipes amenazas que no tienen porqué suceder. Actúa en nombre de tu libertad y de tu felicidad. Sé fiel solamente a ti mismo, a lo que tu ser interior te dicta. Comprobarás que aquello que te mantuvo paralizado tanto tiempo por ese falso temor a perder, no se basada en nada. Era absolutamente ficticio. Pues es imposible que pierdas mostrándote sencillamente como eres.

Si alguno de tus miedos a perder se confirma, en ese momento, y no antes, es cuando debes pararte a pensar para resolver, para encontrar soluciones inteligentes que te permitan remontar esa pérdida a la vez que incorporas esas nuevas experiencias como aprendizajes que mejorarán en el futuro tu existencia.

Valora cuántas cosas pierdes por miedo a perder.

jueves, 5 de noviembre de 2015

No confío en mí mismo


¿Cómo afecta la falta de autoconfianza mi vida?
“Me preocupa mucho lo que otros piensen de mí”, “Tengo miedo al fracaso”, “No sé decir no“, “No expreso mis necesidades”, “¡No valgo! ¡No sirvo para nada!”

La falta de confianza en ti mismo te lleva constantemente al sufrimiento, pues no te permite actuar; por ejemplo: no te atreves a hacer cosas diferentes o a emprender nuevos proyectos, no eres tu quien aprovecha las oportunidades, pues tienes una gran inseguridad en tus capacidades, o bien; temes a las críticas o a la evaluación negativa de las personas, ¡Como si tu valor dependiera de la aprobación de los demás!

En ocasiones puedes sentir que otros te explotan pues te menosprecias ante ellos, no logras imponerte: No quieres decepcionar a nadie, quieres evitar problemas y piensas que es mejor pasar desapercibido, tu voz es baja, te sonrojas fácilmente…

Tristeza, desánimo, decepción y falta de energía se hacen presentes en primer lugar, después; inquietud, miedo, la seguridad de inminente fracaso. Y como si no fuera suficiente; culpa, vergüenza y el sentirte rechazado. Todo termina por convencerte de que no hay esperanza para ti.

¿Por qué es importante tener autoconfianza? 
La confianza en uno mismo es mucho más que una simple característica de nuestra personalidad, es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud mental. Es la falta de autoconfianza la que con mayor frecuencia se complica, dando origen a otras enfermedades serias de índole tanto física como psicológica.

¿Cómo me puede enfermar la falta de autoconfianza?

La depresión como resultado de no confiar en uno mismo. 
Ésta suele ser la más común de las enfermedades relacionadas con la falta de autoconfianza. El estado de ánimo bajo es persistente cuando no creemos en nosotros y estamos convencidos de que nunca saldrán bien las cosas, no se logra ver el futuro con optimismo. El temor a la pérdida genera emociones de celos y conductas de posesividad, por ejemplo, el temor al fracaso conlleva al bajo rendimiento escolar o laboral, el temor al rechazo estimula el aislamiento. Le sobrevienen el cansancio, los problemas de concentración y memoria, trastornos del sueño, y variados síntomas físicos.

La depresión puede ser moderada pero afectar durante mucho tiempo, o agravarse intensamente afectando mucho tu vida.

Miedo, angustia: Trastorno de ansiedad generalizada. 
El “nerviosismo” es la constante en la vida diaria, siempre inquieto, preocupado, esperando que suceda algo malo, que suceda lo peor. El cuerpo reacciona: el corazón palpita con rapidez, hay temblores, tartamudeo, mareos, náuseas… auténticos ataques de pánico. La falta de confianza en uno mismo puede hacernos sentir tan vulnerables e incapaces de controlar las situaciones cotidianas; que el miedo, manifestado en la ansiedad, termina paralizando a quien la padece.

Fobia social, el terror a los demás. 
Si no te tienes confianza y tienes un juicio negativo de ti mismo, temes también al juicio de los demás. Estás seguro de que los demás te juzgan mal.
Probablemente digas que antes no eras así, o bien, que tu personalidad siempre ha sido igual. Quizás haya sido progresivo; poco a poco te fuiste aislando, evitando fiestas o reuniones, o atemorizándote ante la idea hablar en público, convencido de que todos se burlarán, de que todos podrán notarlo y te imaginas a ti mismo vulnerable, ridiculizado.

Y no solo eso:
Algunas formas de alcoholismo, como en el bien sabido “sólo así me atrevo a hablar”, adicciones con ideas semejantes a las de “me siento poderoso” o “me ayuda a relajarme” o bulimia y anorexia con el “nadie me va a aceptar contantos kilos encima”; encuentran su origen en la falta de autoconfianza.

Quiero hacer las cosas, pero no me atrevo: ¿Por qué no tengo confianza en mi mismo?
Es cierto, el origen de la falta de autoconfianza comúnmente se encuentra en la infancia, pero más importante; desde la perspectiva Cognitivo Conductual, es lo tu piensas   actualmente sobre ti mismo.

¿Y puedo tener confianza en mi mismo, aún cuando no crea haberla tenido nunca?
Por supuesto. Es posible construir o reconstruir tu autoconfianza. Trabajar en ello te traerá bienestar y una calidad de vida que quizá no pensabas tener algún día.
Independientemente de tu edad, con las herramientas terapéuticas que tenemos a tu disposición, puedes llegar a comprender qué mecanismos psicológicos te han bloqueado, pues no basta el tan solo desear el cambio. Puedes aprender a verte como eres, pues te has juzgado excesiva e injustamente, puedes decidirte a actuar, dejando atrás el temor a hacer mal las cosas, puedes confiar en ti y en tus capacidades, puedes aprender a hacer hacer valer tus derechos: Puedes atreverte a existir ante los demás

miércoles, 4 de noviembre de 2015

RUMIACIÓN EMOCIONAL / PENSAMIENTOS NEGATIVOS AUTOMÁTICOS

Todas las personas nos sentimos alguna vez tristes, abatidos, depresivos… se pierde la motivación, se siente uno hundido, incluso fatigado físicamente (porque una cosa influye en la otra)… Normalmente estos síntomas duran unos días y van desapareciendo progresivamente, pero también hay casos en los que esta situación se alarga durante semanas e incluso meses…


La forma en que esta gente afronta estos síntomas afecta a la gravedad y a la duración del problema, por ejemplo, las personas con un estilo rumiativo de afrontar sus primeros síntomas de depresión, tienen depresiones más graves y largas que las personas con un estilo de afrontamiento más activo. Y todo esto se puede decir también de otros trastornos como la ansiedad, las fobias, el estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo, etc.

Hablemos entonces de la RUMIACIÓN… Un pensamiento rumiativo es un pensamiento intrusivo, fruto de emociones intensas pasadas, de carácter muy persistente, recurrente (que vuelve, se repite…), y ajeno a la voluntad del individuo, que suele ir acompañado de un cierto malestar y que se mantiene hasta que el individuo logra resolver la situación.
Puede deberse a algo que nos es difícil comprender o a metas no alcanzadas (cuando esperamos ver cumplido un sueño, lograr cierto trabajo, que nos toque la lotería...), o ser un tipo de respuesta a situaciones estresantes…

Pueden ser reflejo de situaciones concretas no resueltas (integración a un nuevo entorno laboral, familiar...), o constituir un rasgo típico de personas caracterizadas por la confusión ante el mundo que les rodea (personas con falta de valores que le orienten en su desarrollo personal).

También es posible que vayan acompañados de emociones agradables, no siempre debemos ser negativos, por ejemplo el enamoramiento puede hacer aparecer pensamientos intrusivos placenteros, pero en todos los casos representa un acontecimiento vital importante que la persona deberá integrar como cualquier otro tipo de experiencia. Por supuesto es más molesto cuando se refiere a cosas negativas...

Las intrusiones del pensamiento son algo normal, pero pueden incrementarse en determinados trastornos, como depresiones, ansiedad, etc. Uno de los recursos que utiliza la mente para controlarse a sí misma es la supresión de pensamientos, pero curiosamente cuanto más intentemos no pensar en esa persona o cosa, o en algo que hemos hecho, que nos han dicho, etc., hasta lo más cotidiano (el ambiente, la música, una película, una comida…) se acaba relacionando con ello.

Esta respuesta de intentar suprimir los pensamientos intrusivos es muy común y natural, pero está bien demostrado que no es de gran utilidad, NO SIRVE.

Pero ¿por qué es tan difícil la supresión?, ¿por qué es tan difícil suprimir esos pensamientos que tenemos y que no queremos tener?... Pues es difícil porque se ponen en juego dos mecanismos cognitivos de naturaleza diferente, vamos a intentar explicarlo de un modo sencillo…

1. Por una parte un proceso controlado y consciente para suprimir y evitar la presencia del pensamiento negativo buscando otras ideas o pensamientos que lo sustituyan. (Se trata de intentar no pensar en lo que estamos pensando).

2. Y por otra parte un proceso automático (que no requiere de nuestra atención ni voluntad) que busca si el pensamiento negativo aún está en la memoria, para iniciar o no la búsqueda de un distractor (o sea, que de algún modo, para no pensar en algo, tenemos que pensar en ello… al menos para saber si estamos o no pensándolo).

Por esta última razón, no funciona la supresión del pensamiento. Vamos a verlo con un ejemplo:
Imaginemos que “cortamos” con la pareja y no nos la quitamos de la cabeza… decimos, no voy a pensar más en ella, voy a hacer algo para distraerme y no pensar en ella (proceso controlado), y nos ponemos a escuchar música, a ver una película, a ordenar la casa, salimos a pasear, o lo que sea… Pero pronto notamos que todo lo que hagamos acaba recordándonos a esa persona (proceso automático), porque mientras hacemos esa otra cosa, sin nuestra autorización, sin darnos cuenta, se inicia el proceso de búsqueda automática en nuestra memoria de algún rastro de la persona en cuestión y naturalmente, este proceso encuentra ese rastro, ya que es totalmente imposible eliminar esa información por completo de nuestra mente. Al final, lo que conseguimos al suprimir (o intentar suprimir) las imágenes o pensamientos sobre esa persona es reavivar su recuerdo y las sensaciones emocionales que nos suscitaba.

La rumiación se caracteriza por estar centrada en la emoción y nos lleva a dirigir la atención hacia los sentimientos y pensamientos negativos de una forma pasiva y repetitiva, y esto nos puede pasar ante cualquier cosa, por ejemplo: estamos invitados en casa de unos amigos y tenemos que coger una botella de vino… en lugar de dar la vuelta a la mesa, se nos ocurre alargar el brazo y cogerla desde detrás, con la consecuencia de que nos cae la botella encima de la mesa, de la alfombra persa nueva, etc. Nos sentimos tan mal, tan culpables por haber actuado así, y porque además sabemos que podríamos haberlo evitado actuando de otro modo, que luego nos vamos a casa, y seguimos sintiéndonos mal; no podemos quitarnos lo que ha pasado de la mente y aunque no pensemos directamente en ello, seguimos sintiendo ese malestar interior, esa culpabilidad…

Una estrategia alternativa a la rumiación es la distracción, es decir, fijar la atención en situaciones agradables que nos lleven a hacer cosas que mejoren nuestro estado de ánimo para después intentar solucionar el problema. Es decir, si tenemos que afrontar un problema que nos preocupa, primero, debemos intentar mejorar nuestro estado de ánimo, para darnos la oportunidad al menos, de poder ver las cosas desde una perspectiva más positiva.

Lo que es verdad es que las personas con un estilo de respuesta ante el estrés rumiativo, sufren episodios depresivos, ansiedad o estados de enfado más graves y durante más tiempo. Además la rumiación hace que las personas emocionalmente inestables evalúen sus problemas como graves e irresolubles y esto reduce la posibilidad de que apliquen soluciones específicas.
¿Qué hacer?... pues se puede intentar suprimir los pensamientos intrusivos, lo que hará que cada vez los tengamos más, como ya hemos visto, o se puede intentar analizar la situación que hace aparecer las intrusiones y el malestar que provocan (tratar de analizar reflexivamente lo ocurrido y de encontrarle algún sentido) y de esto podría resultar el ajuste emocional de la experiencia, que es lo que buscamos…

El autoconocimiento personal es indispensable. Saber quién somos, qué nos afecta y cómo, es esencial para llegar a averiguar qué y cómo puede ayudarnos.

El pensar en las emociones como aliadas nuestras es también esencial. Una emoción es una parte de nosotros que intenta ayudarnos siempre, aunque sea haciéndonos sentir mal. Debemos profundizar en ellas para sacarles partido, analizar por qué surgen, qué nos quieren decir, de qué nos están informando y qué debemos hacer al respecto UTILIZANDO NUESTRA RAZÓN, no dejándonos llevar por la emoción. 

Opino que los animales son quienes se dejan llevar por la emoción porque es todo lo que pueden hacer, pero nosotros tenemos también nuestra parte racional del cerebro, que debemos utilizar para filtrar esa emoción, analizarla, y responder racionalmente… parece difícil pero es muy enriquecedor!!! Si no hacemos nada, esa emoción seguirá torturándonos hasta que lo hagamos; entendámosla… es “su deber”...

By Glora Martí

¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?, ¿CÓMO SE GENERAN?, ¿CÓMO NOS AFECTAN?, ¿CÓMO SE GESTIONAN?...

Día a día se hace más patente la necesidad de conocer y manejar las emociones adecuadamente, tanto en la vida personal como en la laboral, ya que de ellas va a depender la calidad de nuestras relaciones, de nuestra salud, de nuestra vida…


Los estados emocionales afectan directamente a la salud y a la enfermedad de la persona. En efecto, la mayoría de nuestras enfermedades se deben a un inadecuado manejo de nuestras emociones diarias. Tres de los trastornos más característicos de nuestra sociedad (la depresión, la ansiedad y el estrés) son los responsables del mal funcionamiento del sistema inmunitario, cardiovascular, gastrointestinal (por nombrar sólo tres)… y sin embargo tienen un sentido, una función hacia nuestro bienestar, pero si no sabemos interpretarlos tampoco podremos beneficiarnos de ello y, si encima no los canalizamos adecuadamente, se irán acumulando haciéndonos sentir mal y perjudicando a nuestro propio organismo que muy fácilmente acabará enfermando. Pensemos que el estrés excesivo (por ejemplo) debilita el sistema inmunológico (nuestras defensas), y además se generan continuamente sustancias químicas y hormonas que mantienen al organismo activado, en presión constante, y el estado de alerta en el que vivimos nos hace prestar una mayor atención automática a todo lo que consideramos negativo, lo cual sigue empeorando la situación… El propio dolor, incluso el físico, está también modulado en gran parte por nuestros estados emocionales y adquiriendo unas mínimas nociones sobre este tema, podemos ser protagonistas en el control del mismo. Otros trastornos demasiado comunes, como los trastornos del sueño, la hipertensión, la obesidad, etc. están también muy relacionados con los altos niveles de estrés y ansiedad… pensemos que una simple hormona (sólo una de ellas) que en situaciones de estrés se libera en cantidades enormes, es la responsable tanto de nuestra predilección por comidas altas en grasas y azúcares, como de almacenar la grasa en ciertos lugares del cuerpo, sobre todo en el abdomen y alrededor de la cintura…



By Gloria Martí

ENTENDER LAS EMOCIONES

Los estados emocionales pueden producir efectos muy positivos… o muy negativos… llegando a hacer que demos lo mejor o lo peor de nosotros mismos.


Tanto si somos conscientes de los estados emocionales, como si no, son la clave de nuestra felicidad o de nuestra infelicidad diaria, es decir, de nuestra calidad de vida… Sin embargo en la familia, en la escuela, en la sociedad en general NO se nos enseña a manejar adecuadamente nuestras emociones, simplemente se nos exige que seamos capaces de controlarlas, pero muchas veces no es tan fácil, es más, yo diría que no es posible, ya que las emociones son automáticas; no decidimos experimentar una u otra emoción, sino que surgen como respuesta a lo que sucede a nuestro alrededor y que nos puede afectar en un sentido u otro... No es posible "controlar" las emociones, pero sí "regularlas" y utilizarlas según nos convenga...

Pero como para casi todo, debemos esforzarnos un poquito si queremos resultados óptimos... Así, para llegar a la regulación emocional, primero tendremos que aprender algo sobre las emociones (qué son, para qué sirven...), tendremos que aprender a percibirlas cuando aparecen sus primeros indicios, primero en nosotros mismos, pero cuando ya seamos capaces de hacerlo, también y muy importante, en los demás. Tendremos que aprender acomprenderlas y a valorarlas para después...  regularlas.

Debemos empezar por la base, por las emociones mismas, por el concepto de emoción y las distintas emociones… y lo primero que tenemos que aprender es qué son las emociones, para poder percibirlas, sentirlas, aceptar que las experimentamos, ser conscientes de las mismas…

Es un tema muy interesante que además, está muy relacionado con todo lo que es importante, con todo lo que tiene valor, con todo lo que tiene que ver con nuestra vida (los sentimientos, la salud, el trabajo, las relaciones, el dolor, la educación, etc., etc., etc.)



El tema es muy amplio. Pero hay que animarse y empezar... pensemos en las emociones, pensemos en algunas emociones particulares, pensemos en 3 como mínimo... seguramente seremos capaces de encontrar incluso más, pero, ¿sabemos qué son?... vamos a intentar definir qué es una emoción en general. Más adelante podremos definir específicamente, al menos las más comunes, pero en general, ¿qué es una emoción?... ¿y un sentimiento?, ¿qué es un sentimiento?... ¿hemos oído hablar de la Inteligencia Emocional?... ¿qué será eso?... y la educación emocional ¿para qué servirá?... ¿qué es la educación emocional?...

Es importante tener curiosidad, hacerse preguntas, buscar respuestas... sólo así seguiremos aprendiendo a lo largo de nuestra vida, iremos mejorando como persona y nos sentiremos más llenos, más útiles... Hay que intentar expresar con palabras las vivencias, lo que normalmente todos sabemos qué es, pero no sabemos o nos cuesta muchísimo definir... Si no somos capaces de expresar algo con palabras, significa que no pensamos en ello y si no pensamos en ello, es como si no existiera, poco podremos hacer para mejorarlo, para aprovecharlo, para darle la importancia que merezca...

Intentemos realizar el ejercicio anterior... intentemos dar nuestra respuesta a las preguntas propuestas... intentemos pensar en lo que normalmente no pensamos...

Una vez hecho esto, pasaremos al siguiente paso...


By Gloria Martí

martes, 3 de noviembre de 2015

CONTROL DE LAS EMOCIONES

Seguramente, muchos  habréis notado en algún momento que las emociones os dominan. O os habéis hecho daño a vosotros mismos o a los demás por no controlar vuestras emociones, habéis dejado escapar momentos de felicidad porque la ira, el odio o el orgullo se han apoderado de vosotros en algún instante. 

Quiero compartir con vosotros  estos 4 sencillos pasos que podéis realizar en cualquier momento para controlar vuestras emociones y empezar a disfrutar más de un estado de ánimo más estable y elevado, mejorando vuestra autoestima en poco tiempo.

Sé por experiencia  que los pensamientos y emociones de miedo, ira, cólera, envida, celos o mala voluntad, producen enfermedades y un efecto destructivo en el nivel de autoestima. Si logramos controlar estas emociones, aunque sea en un 70%, empezaremos a tener una buena salud y una sana autoestima.
Dijo un  budista que : “Más grande que la conquista en batalla de mil hombres, es la conquista de uno mismo.” 
Si no dominamos nuestras emociones, las emociones nos empezarán a dominar a nosotros. Esto no sólo tendrá un efecto negativo en nuestra salud, sino que también nos hará tomar malas decisiones, actuar de manera inadecuada y cometer muchos errores.

Uno de los pilares más dominantes de los seres humanos es el pilar emocional. Las emociones están siempre presentes, de modo que sería muy difícil eliminarlas por completo. Lo que si puedes hacer es mantener cierto control y aprender de ellas. A veces, el mejor consejo es simplemente no hacer nada de lo que te puedas arrepentir, y dejar que fluyan.
En ocasiones, un hecho externo puede desencadenar una serie de pensamientos negativos que se conectan uno con otro y empiezan a derrumbar nuestro estado de ánimo. Por eso es importante mantenernos alerta para frenar todas esas reacciones, relajarnos y pensar de manera clara y objetiva.
Lo siguientes pasos  servirán de guía para empezar a controlar las emocionesde una manera adecuada.
  1. Usa el poder de tu mente subconsciente. Dedicar 5 minutos por la mañana y 5 minutos antes de quedarnos dormidos, para poner la mente en un estado de meditación y repetir algunas declaraciones como esta: “Mi interior está lleno de amor y armonía. Respondo con amor a todas las situaciones diarias, y especialmente, me amo a mi mismo y disfruto al máximo cada día”. Al repetir declaraciones positivas como ésta, en estado de somnolencia, estás programando tu mente para que reaccione con emociones positivas.
  2. Mantén el control en situaciones de tensión. Enfoca tu atención en otra cosa o deja tu mente en blanco por unos segundos. Empieza a respirar profundamente  contando hasta 3 mientras inhalas, mientras retienes el aire y mientras lo expulsas.
  3. Vigila tus pensamientos. Los pensamientos producen emociones, por lo tanto, lo más importante es controlar tus pensamientos. Sustituye cualquier pensamiento negativo por uno positivo. Puedes repetir afirmaciones que te hagan pensar posittivaamente, por ejemplo: “Ahora mismo me siento tranquilo, relajado y fuerte, estoy lleno de armonía y felicidad.”
  4. Visualiza imágenes agradables. Mantén tu cabeza levantada, dibuja una sonrisa y empieza a imaginar una situación que te produzca entusiasmo y alegría. Te sugiero decidir previamente la escena que vas a utilizar. Puede ser algún sueño o meta que tengas, una persona, tu familia, un paisaje, arboles, o cualquier cosa que te haga sentir bien. Mantén en tu mente estas escenas durante al menos 5 minutos.

Te recomiendo volvera leer estos 4 pasos, y sobre todo, a que los empieces a poner en práctica. Como puedes ver, no te tomarán mucho tiempo, pero al aplicarlos de manera constante, podrás disfrutar una mejor salud y una mejor autoestima en pocos días.
Nunca tomes decisiones en momentos de odio o dolor. Siempre nos vamos a arrepentir si decidimos algo en este tipo de situaciones. Lo mejor es no hacer nada en ese momento, dejar que las emociones se vayan, y luego tomar una decisión.

LOS CUATRO ACUERDOS

En la medida de que alguien te quiera lastimar, en esa medida ese alguien se lastima así mismo. Pero el problema es de él y no tuyo.


1. NO SUPONGAS
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento. Te provocan mal estar.

2. HONRA TUS PALABRAS
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es ser coherente con lo que dices y con lo que haces

3. HAZ SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS
Si siempre haces lo mejor que puedas nunca podrás recriminarte nada ni arrepentirte de nada.

4. NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE
Ni la peor ofensa, ni el peor desprecio, ni la más grave herida.


jueves, 29 de octubre de 2015

EMOCIONES NEGATIVAS. QUÉ SON Y COMO LIDIAR CON ELLAS

La energía emocional negativa está por todas partes. Cada vez que encuentras a alguien que se queja continuamente de la vida, cuando intentan manipularte para que antepongas sus necesidades a las tuyas o cuando alguien descarga en ti su ira, frustración o resentimiento.

Es toda aquella que nos quita la alegría, nos roba fuerza y empuje y que termina desmotivándonos o haciendo que nos sintamos mal, ya sea por deprimirnos, por ponernos ansiosos o  enfadarnos. 

Día tras día estamos expuestos a esa energía emocional nociva. Nos llega a través de reacciones emocionales de las personas que nos rodean o incluso mediante los mensajes que transmiten los medios de comunicación.

El principal problema es que si no somos conscientes de ella y la absorbemos, termina produciéndonos un efecto acumulativo y que resulta dañino para nuestro equilibrio emocional y físico. Por eso es importante aprender a combatirla para que no nos dañe o nos influencie lo más mínimo posible.

Es prácticamente imposible no dejarse influenciar por la energía emocional negativa. pero se puede lidiar con ella y mantener una actitud positiva llevando a cabo esta serie conductas: 


Crear felicidad dentro de nosotros mismos: No basar la felicidad en las circunstancias externas, sino  comprender que es un estado interior. De manera que no hay que dejar que los demás arruinen nuestro estado de ánimo. Buscar alegría y paz dentro de nosotros mismos.

Tener un pensamiento positivo: No se trata de ser un optimista ingenuo, sino de saber encontrar lo positivo en la adversidad, intentar ver la parte buena de las cosas malas y así poder dar la vuelta a las desgracias impidiendo que estas nos desestabilicen emocionalmente.

Evitar la impulsividad: No reprimir las emociones ni esconderlas, evaluar qué pasos  seguir y priorizar la estabilidad emocional sobre todas las cosas.

Aceptar el fracaso: La energía emocional negativa no solo proviene de los demás, sino también de nuestro diálogo interior. Es importantísimo no alimentar la frustración y aceptar el fracaso o los errores como parte de la vida. Pues son pasos necesarios hacia el crecimiento personal. Aceptar los contratiempos sin derrumbarse, recomponerse, seguir adelante y pensar que cada vez que caigas estarás más cerca de tu meta.

No busques la aprobación: buscar la aprobación de los demás es ceder el control de tus emociones y permitir que las opiniones de quienes están a tu alrededor sean las que dicten tu estado de ánimo. Por supuesto que no podemos deshacernos completamente de las opiniones de los demás, pero debemos impedir que nuestra autoestima y humor dependan de las buenas o malas críticas.

Pensar que siempre hay una solución: A veces la vida se tuerce y resulta difícil encontrar una salida, y aunque en un momento concreto no logremos visualizar la solución, hay que pensar que existe y que tarde o temprano la encontraremos. Hay que tener la mente abierta a nuevas oportunidades y estar dispuestos a aprovecharlas cuando se presenten.

Asumir las responsabilidades: No culparse.  Asumir las responsabilidades tanto si tenemos éxito como si fracasamos. De esta manera logramos tener un control sobre nuestras vidas y una mayor satisfacción que mantiene a raya la negatividad.


Creer en nosotros mismos: Para combatir la energía emocional negativa, tanto la que es generada a causa de los demás como de nuestros propias inseguridades y miedos, es importante fomentar la confianza en uno mismo. Y es necesario buscar continuamente razones para creer en nuestros potenciales y fuerzas. 


Relajarse: Esto es fundamental porque nos permite aliviar las tensiones y evitar que estas se acumulen hasta el punto de que lleguen a dañarnos.

Y a veces, ese dicho de "consultarlo con la almohada" no es una tontería. Ya que el cerebro se encarga de restarle impacto emocional a los problemas y al despertar podemos verlos desde una óptica más objetiva y racional. Por eso es fundamental dedicarle un tiempo al descanso y relajación, que actúa como la corriente de un río, arrastrando a su paso la negatividad.


Crear un entorno positivo: Por muy resistente y emocionalmente estables que seamos, si nos rodeamos de personas negativas, es difícil no contagiarnos de corrientes negativas. Es por ello que es importante limpiar nuestro entorno y asegurarnos de que pasamos la mayor cantidad de tiempo posible con personas positivas, que nos aportan algo y no con personas que se lamentan continuamente, pesimistas y que explotan ante cualquier cosa.  Piensa en tus relaciones interpersonales y cultiva aquellas que te hacen sentir bien.




Espero que os haya ayudado.




I.SM.