jueves, 29 de octubre de 2015

EMOCIONES NEGATIVAS. QUÉ SON Y COMO LIDIAR CON ELLAS

La energía emocional negativa está por todas partes. Cada vez que encuentras a alguien que se queja continuamente de la vida, cuando intentan manipularte para que antepongas sus necesidades a las tuyas o cuando alguien descarga en ti su ira, frustración o resentimiento.

Es toda aquella que nos quita la alegría, nos roba fuerza y empuje y que termina desmotivándonos o haciendo que nos sintamos mal, ya sea por deprimirnos, por ponernos ansiosos o  enfadarnos. 

Día tras día estamos expuestos a esa energía emocional nociva. Nos llega a través de reacciones emocionales de las personas que nos rodean o incluso mediante los mensajes que transmiten los medios de comunicación.

El principal problema es que si no somos conscientes de ella y la absorbemos, termina produciéndonos un efecto acumulativo y que resulta dañino para nuestro equilibrio emocional y físico. Por eso es importante aprender a combatirla para que no nos dañe o nos influencie lo más mínimo posible.

Es prácticamente imposible no dejarse influenciar por la energía emocional negativa. pero se puede lidiar con ella y mantener una actitud positiva llevando a cabo esta serie conductas: 


Crear felicidad dentro de nosotros mismos: No basar la felicidad en las circunstancias externas, sino  comprender que es un estado interior. De manera que no hay que dejar que los demás arruinen nuestro estado de ánimo. Buscar alegría y paz dentro de nosotros mismos.

Tener un pensamiento positivo: No se trata de ser un optimista ingenuo, sino de saber encontrar lo positivo en la adversidad, intentar ver la parte buena de las cosas malas y así poder dar la vuelta a las desgracias impidiendo que estas nos desestabilicen emocionalmente.

Evitar la impulsividad: No reprimir las emociones ni esconderlas, evaluar qué pasos  seguir y priorizar la estabilidad emocional sobre todas las cosas.

Aceptar el fracaso: La energía emocional negativa no solo proviene de los demás, sino también de nuestro diálogo interior. Es importantísimo no alimentar la frustración y aceptar el fracaso o los errores como parte de la vida. Pues son pasos necesarios hacia el crecimiento personal. Aceptar los contratiempos sin derrumbarse, recomponerse, seguir adelante y pensar que cada vez que caigas estarás más cerca de tu meta.

No busques la aprobación: buscar la aprobación de los demás es ceder el control de tus emociones y permitir que las opiniones de quienes están a tu alrededor sean las que dicten tu estado de ánimo. Por supuesto que no podemos deshacernos completamente de las opiniones de los demás, pero debemos impedir que nuestra autoestima y humor dependan de las buenas o malas críticas.

Pensar que siempre hay una solución: A veces la vida se tuerce y resulta difícil encontrar una salida, y aunque en un momento concreto no logremos visualizar la solución, hay que pensar que existe y que tarde o temprano la encontraremos. Hay que tener la mente abierta a nuevas oportunidades y estar dispuestos a aprovecharlas cuando se presenten.

Asumir las responsabilidades: No culparse.  Asumir las responsabilidades tanto si tenemos éxito como si fracasamos. De esta manera logramos tener un control sobre nuestras vidas y una mayor satisfacción que mantiene a raya la negatividad.


Creer en nosotros mismos: Para combatir la energía emocional negativa, tanto la que es generada a causa de los demás como de nuestros propias inseguridades y miedos, es importante fomentar la confianza en uno mismo. Y es necesario buscar continuamente razones para creer en nuestros potenciales y fuerzas. 


Relajarse: Esto es fundamental porque nos permite aliviar las tensiones y evitar que estas se acumulen hasta el punto de que lleguen a dañarnos.

Y a veces, ese dicho de "consultarlo con la almohada" no es una tontería. Ya que el cerebro se encarga de restarle impacto emocional a los problemas y al despertar podemos verlos desde una óptica más objetiva y racional. Por eso es fundamental dedicarle un tiempo al descanso y relajación, que actúa como la corriente de un río, arrastrando a su paso la negatividad.


Crear un entorno positivo: Por muy resistente y emocionalmente estables que seamos, si nos rodeamos de personas negativas, es difícil no contagiarnos de corrientes negativas. Es por ello que es importante limpiar nuestro entorno y asegurarnos de que pasamos la mayor cantidad de tiempo posible con personas positivas, que nos aportan algo y no con personas que se lamentan continuamente, pesimistas y que explotan ante cualquier cosa.  Piensa en tus relaciones interpersonales y cultiva aquellas que te hacen sentir bien.




Espero que os haya ayudado.




I.SM.










PORQUÉ NOS ANTICIPAMOS A LOS ACONTECIMIENTOS. CONTROL DE LAS PREOCUPACIONES.

Todos nos preocupamos con más o menos frecuencia. El problema está en cuando esto se convierte en una constante en nuestra vida cotidiana y tendemos a adelantarnos a los acontecimientos. 
Hemos de ser conscientes de que preocuparse no soluciona nuestros problemas, aunque a veces no se pueda evitar. Lo único que  genera es estrés y ansiedad. 

Quiero compartir con ustedes cuáles son las consecuencias de la falta de control sobre las preocupaciones, las diferentes actitudes y qué podemos hacer:


¿PORQUÉ NOS PREOCUPAMOS?

Cuando nos preocupamos, tratamos de adelantar en nuestros pensamientos aquello que tememos que nos pueda pasar creyendo que así podremos intervenir o evitarlo. Creemos que en parte podemos controlar las circunstancias o que estamos haciendo algo para solucionar lo que nos inquieta y en realidad lo que hacemos es ponernos más nerviosos.

Algunas personas tienen tendencia a estar constantemente preocupadas, bien porque así lo han vivido y aprendido de sus progenitores o porque forma parte de su carácter, personas temerosas que necesitan tenerlo todo controlado, pero que sobre todo, viven con miedo a lo que les pueda suceder.



CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE CONTROL

Ante la falta de control de las preocupaciones, las personas empiezan a sufrir estrés y ansiedad. No pueden controlar sus pensamientos, se bloquean y eso crea tensiones y mal humor afectando a su estado de ánimo, rendimiento profesional y relaciones personales y sociales.

Hay ocasiones en que las preocupaciones están justificadas y es lógico preocuparse por un problema que está sucediendo o que realmente va a suceder.
Pero otras veces nos adelantamos a los acontecimientos y nos angustiamos por hechos o cosas que lo más probable es que ni sucedan. Hay que tener en cuenta que las preocupaciones no van a solucionar nuestros problemas, preocuparse en exceso no conduce a nada. Es algo inútil. Y es muy importante romper esta tendencia a preocuparse por cualquier cosa y aprender a controlar estos pensamientos y sentimientos que nos hacen sufrir.


ACTITUDES

Actitud derrotista - Si pensamos que lo que nos preocupa no tiene solución o que vamos a fracasar en el intento de solucionarlo, estamos reduciendo las posibilidades de arreglarlo por nuestra actitud negativa

 Actitud positiva- Pensar que todo va a salir bien y estar seguros de nosotros mismos y convencidos de que hay solución garantiza un resultado exitoso y favorable a nuestros deseos. Predispone a la lucha y a mantener una actitud activa y a no dejarnos llevar por el desánimo.

Buscar soluciones - Lo mejor que podemos hacer ante las preocupaciones es buscar si aquello que nos preocupa tiene o no solución. Si la tuviese hemos de actuar activamente buscando la mejor solución. Si no la tuviese, estamos preocupados por algo inevitable que no se puede solucionar y que mejor que asumamos cuanto antes y no nos atormentemos pensando constantemente en ello.

Evitar anticiparnos - A veces nos preocupamos por hechos que pensamos que pueden ocurrir pero que no están sucediendo. Nos adelantamos a los hechos y sufrimos como si realmente estuviese pasando cuando lo más probable es que nunca llegue a ocurrir. Ante estas circunstancias, la mejor actitud es huir de estos pensamientos y ocupar rápidamente nuestra mente en otras cosas.




¿QUÉ HACER?

Lo mejor es evitar preocuparse por un futuro que puede no suceder. A esas personas que con frecuencia tienen pensamientos negativos sobre lo que les podría ocurrir como una enfermedad, accidente, quedarse en paro, etc,  estos pensamientos solo consiguen alterar y provocar cierta ansiedad, incluso hay quien puede llegar a obsesionarse hasta el punto de empezar a desestabilizarse emocionalmente.
Es importante para controlar las preocupaciones saber controlar nuestras emociones, para que nuestros pensamientos y sentimientos no nos afecten negativamente y nuestra mente no esté constantemente ocupada en algo inútil.

Cuando las preocupaciones nos invaden hemos de mantener la mente ocupada para no dar rienda suelta a la imaginación y no permitir esos pensamientos que nos amargan la existencia. Mantener la mente ocupada en nuestras obligaciones, trabajo, familia, amigos...en definitiva, obligarnos a mantener la mente ocupada realizando actividades que nos mantengan alejados de esas preocupaciones. Cuanto más ociosos y desocupados estemos más tiempo estaremos dándole vueltas a lo mismo.




I.S.M